La Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA) distinguió con el grado de Doctor Honoris Causa al gestor cultural y mecenas Marcelo Araúz Lavadenz, en un solemne acto que tuvo lugar el 30 de agosto, en el Centro de Convenciones.
El Consejo Académico de la UPSA decidió el 6 de julio de 2023 conceder tal distinción a Marcelo Araúz, en mérito a “los esfuerzos individuales extraordinarios realizados a favor de la cultura, el arte y la educación”, según establece la Resolución Rectoral 010/2023.
El presidente del Directorio de la Fundación UPSA, Alejandro Lora Longaric, manifestó que el máximo grado honorario que concede la UPSA permite honrar tanto la labor como el legado de una persona que ha prestado un servicio excepcional que le permitió a una incipiente y pujante Santa Cruz de mediados del siglo pasado “tener un desarrollo cultural que acompañó el crecimiento económico exponencial que en pocas décadas la transformó de aldea en una gran urbe. Es por eso que nos enorgullece como Universidad poder conferir este título de Doctor Honoris Causa a un excelente ser humano, que ha dedicado, literalmente, su vida y sus recursos para fomentar y promocionar la cultura con una incansable labor que ha impulsado la difusión y reconocimiento de artistas y creadores locales, contribuyendo de ese modo a la evolución y desarrollo de su tierra y darle proyección internacional”.
Por su parte, la Rectora de la UPSA, Lauren Müller de Pacheco, destacó que gracias al “tesón de Marcelo Araúz se encuentran institucionalizadas la Casa de la Cultura, los centros culturales, la biblioteca central, las bibliotecas de barrio, los festivales de música, los concursos literarios, las exposiciones artísticas, entre otras actividades que han marcado la vida cultural de los habitantes de Santa Cruz en los últimos 60 años. Su labor de promover la cultural no se remite únicamente a las fronteras nacionales sino, que su empeño por recuperar y revalorizar nuestra extraordinaria riqueza inmaterial, junto a otros destacados cruceños, ha llevado al mundo entero las maravillas que posee nuestro país y particularmente nuestra región, siendo uno de los principales promotores de la declaración de Chiquitos como Patrimonio Cultural de la Humanidad, la creación de la Asociación pro Arte y Cultura y a través de esta institución de los festivales internacionales de música, teatro y cine”.
En el momento culmine de la ceremonia, Araúz fue investido con la toga, se le impuso la medalla y recibió el diploma de Doctor Honoris Causa, tras lo cual recibió una prolongada ovación de parte de la gran cantidad de asistentes al evento.
En sus palabras de agradecimiento, Marcelo Araúz Lavadenz dijo estar “honrado por una Universidad a la que he seguido desde sus inicios y que ha brindado apoyo a muchas actividades que organizamos desde la Asociación Pro Arte y Cultura (APAC). Cuando estoy por cumplir 90 años, veo que muchas de las cosas que hicimos han crecido o están en buenas manos. Y digo hicimos, porque aunque el reconocimiento ahora es para mí, fue una labor realizada en tarea conjunta con muchos de los aquí presentes, a quienes agradezco por haberme acompañado en estas correrías”.
El cuarteto de cuerdas de la Orquesta Sinfónica de Santa Cruz deleitó al público con piezas del repertorio barroco misional e interpretó la canción El Trasnochador, en homenaje al flamante Doctor Honoris Causa por la UPSA.
En la ‘laudatio’ que resume su hoja de vida, se establece que Marcelo Araúz Lavadenz nació el 20 de octubre de 1934 en Salta ( Argentina), hijo de los cruceños Aurelio Araúz Monasterio, destacado galeno, y Alicia Lavadenz Flores, intérprete de música clásica, políglota y de reconocidas habilidades gastronómicas.
De regreso a Santa Cruz en los años cuarenta, Marcelo disfrutó de una niñez sencilla en calles aún sin losetas ni asfalto. Gracias a las idas y venidas de Buenos Aires debido a las tareas diplomáticas de su padre, Marcelo adquirió pasión por el teatro desde muy temprana edad.
En la secundaria destacó como alumno abanderado del colegio La Salle de La Paz. En esa etapa adolescente fue un lector empedernido aunque su sueño de ser escritor se desvaneció cuando su padre le dijo que moriría de hambre si emprendía ese oficio. Finalmente, mediante una beca de la cooperación belga se graduó en la carrera de Sociología de la Universidad Católica de Lovaina.
Su estadía en Europa le permitió viajar mucho y apreciar de manera directa la cultura y el arte en todas sus expresiones, añadiendo a su formación universitaria una gran sensibilidad artística y descubriendo el inmenso valor educativo que se agrega a los pueblos cuando sus gobernantes ponen a la cultura en el sitial que se merece.
Su regreso a Santa Cruz coincidió con la etapa de creación de las instituciones más importantes, las cooperativas de servicio y las grandes empresas industriales y agropecuarias, que constituyeron el batacazo del desarrollo del oriente boliviano. Entendiendo que este boom económico debía ir acompañado del desarrollo cultural y educativo, Araúz volcó sus esfuerzos a trabajar en la gestión cultural.
Su accionar incluyó la creación del Centro Nacional de Enfermedades Tropicales (Cenetrop). En paralelo, junto al Dr. Elías Ortiz, impulsó CIDEP, centro dedicado a otorgar créditos educativos para jóvenes estudiantes universitarios.
Su hoja de vida incluye un paso por la docencia, impartiendo Sociología e Historia en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno. También fue director de la Alianza Francesa y entre sus mayores logros figura la administración autónoma que le dio a la Casa de la Cultura, desde la que impulsó festivales de teatro, fue artífice del sistema de bibliotecas para la ciudad y la creación de los centros culturales de barrio, entre otros logros, entre los que también destaca la proyección internacional que dio al Festival de Música Barroca Misiones de Chiquitos.